Me encontré con la carta que Jorge Mario Bergoglio, Papa Francisco I1,escribió en 2024, sobre el papel de la literatura en la formación. Tuve la oportunidad de leerla luego de su fallecimiento y me gustaría compartir parte de sus valiosas declaraciones que bien podemos trasladar y considerar como formadores educativos, padres de familia, estudiantes - o todas las anteriores -. Paso a enlistar las ideas y los fragmentos más destacados a mi consideración y bajo la óptica de conocer la importancia de leer literatura que tuvo ésta figura internacional.
1. La importancia de escuchar la voz de alguien. Lo primero que llamó mi atención fue cuando el Papa Francisco I, cita al escritor Jorge Luis Borges, para compartir la definición de literatura que más le gusta y escribe: “Jorge Luis Borges decía a sus estudiantes: lo más importante es leer, entrar en contacto directo con la literatura, sumergirse en el texto vivo que tenemos delante, más que fijarse en las ideas y en los comentarios críticos. Y Borges explicaba esta idea a sus estudiantes diciéndoles que quizás al comienzo iban a entender poco de lo que estaban leyendo, pero que en todo caso habrían escuchado “la voz de alguien”. Esta es una definición de literatura que me gusta mucho: escuchar la voz de alguien. Y no nos olvidemos qué peligroso es dejar de escuchar la voz de otro que nos interpela.”
2. Una obra literaria es un texto vivo y siempre fecundo que enriquece al lector. “A diferencia de los medios audiovisuales, donde el contenido en sí es más completo, y el margen y el tiempo para “enriquecer” la narración o interpretarla suelen ser reducidos, en la lectura de un libro, el lector es mucho más activo. En cierta forma él reescribe la obra, la amplía con su imaginación, crea su mundo, utiliza sus habilidades, su memoria, sus sueños, su propia historia llena de dramatismo y simbolismo, y de este modo lo que resulta es una obra muy distinta de la que el autor pretendía escribir. Una obra literaria es, pues, un texto vivo y siempre fecundo, capaz de volver a hablar de muchas maneras y de producir una síntesis original en cada lector que encuentra. Al leer, el lector se enriquece con lo que recibe del autor, pero esto le permite al mismo tiempo hacer brotar la riqueza de su propia persona, de modo que cada nueva obra que lee renueva y amplía su universo personal.”
3. La literatura es un acceso privilegiado al corazón de la cultura humana y al corazón del ser humano. Dedicar tiempo a la literatura, a los momentos de lectura serena es muy conveniente para toda persona formadora o en proceso formativo, pues es una alternativa que nos permite salir de esa cultura atiborrada y obsesiva por las pantallas que ofrece en su mayoría textos venenoso, superficiales, violentos o falsos. En contraparte, la literatura marca otro ritmo y otra relación en la que podemos acceder al corazón del ser humano y la cultura humana civilizatoria desde un modo acogedor de relacionarnos con la realidad con distancia, lentitud y libertad.
4. La literatura es la vida, que toma conciencia de sí misma. A la literatura la escriben las personas, de la vida que son con todo el misterio que eso significa y al tomar conciencia de la vida misma. Es pues, la plenitud de la expresión, un dominio y un conocimiento de nuestro lenguaje como ningún otro. La buena literatura, nos permite conocer las riquísimas posibilidades que tiene nuestra lengua.
5. La literatura nos ayuda a desarrollar el discernimiento y el espíritu crítico. La literatura es irremplazable, ella nos da la oportunidad de desarrollar un espíritu crítico, el cual ha hecho progresar a la humanidad. Leer los buenos libros es armarse de una sensibilidad, un espíritu crítico y una imaginación que contribuye a contrarrestar lo dañino que hay en el mundo violento. Una buena novela nos da la impresión de la vida y nos confronta con la realidad de la muerte.
6. Un gran bien. “Desde un punto de vista pragmático, muchos científicos sostienen que el hábito de la lectura produce efectos muy positivos en la vida de la persona; la ayuda a adquirir un vocabulario más amplio y, por consiguiente, a desarrollar diversos aspectos de su inteligencia. También estimula la imaginación y la creatividad. Al mismo tiempo, esto permite aprender a expresar los propios relatos de una manera más rica. Además, mejora la capacidad de concentración, reduce los niveles de deterioro cognitivo, calma el estrés y la ansiedad. Y lo mejor de todo: nos prepara para comprender y por tanto, afrontar las diferentes situaciones que pueden presentarse en la vida. Nos vuelve sensibles al otro porque nos permite ver a través de los ojos de los demás. Leyendo descubrimos que lo que sentimos no es sólo nuestro, es universal.”
7. La literatura es reflejo y testigo de la diversidad del ser humano. Nos permite contemplar a los demás y a nosotros mismos, reflexionar y abrir nuestra visión ante la riqueza y la miseria de la experiencia humana, la literatura educa la mirada, da paso a la comprensión y finalmente, educa al corazón y a la mente de los seres humanos.
Este texto ha sido un resumen de la carta, recomiendo ampliamente leer el texto íntegro, lo que se comparte en ella es a mi parecer absolutamente cierto y enriquecedor. Este texto ha querido ser un sencillo homenaje para recordar a quien concluyó sus pasos por la Tierra y que amaba leer literatura.
Les dejo el link de la carta completa para quien desee leerla completa. Carta del Santo Padre Francisco sobre el papel de la literatura en la formación: https://www.vatican.va/content/francesco/es/letters/2024/documents/20240... etteratura-formazione.html
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