El proyecto educativo de SM
es un fiel reflejo de nuestro compromiso
con la educación.
Refleja una mirada diferente hacia las nuevas formas de aprender y hacia las posibilidades que ofrece la cultura digital, para conseguir que los alumnos sean personas autónomas, críticas y libres.
Nuestro compromiso y nuestra experiencia de 80 años dedicados a la mejora de la educación se asientan sobre estos principios educativos: la educación integral y el aprendizaje para la vida.
Aprendizaje para la vida
Propugnamos una transferencia del aprendizaje para la vida. Queremos que el alumno sea el protagonista de su proceso de aprendizaje, adquiriendo las herramientas necesarias para afrontar sus propios retos a lo largo de su crecimiento académico y personal. Aprender desde una dimensión más amplia y rica, y adaptada a la realidad de cada aula, de cada alumno.
Nuestro proyecto educativo tiene como objetivo ayudar a que el estudiante comprenda mejor el mundo que le rodea para desarrollar de manera óptima su proyecto vital. Todo ello bajo la filosofía de la ética del cuidado, educando a un alumno que se respete y ame a sí mismo, a los demás y a su entorno.
La educación integral
Apostamos por un modelo de persona que aprenda en todas su dimensiones; que sepa gestionar sus emociones de manera positiva, con alta autoestima y motivación de aprendizaje; y que sea crítico, tolerante y comprometido.
En definitiva, un alumno global, abierto y feliz.
Nuestro proyecto educativo parte del respeto absoluto del valor diferencial de cada persona, potenciando todo lo que debe aportar para su crecimiento personal y para la mejora de su entorno sociocultural.
SM es escuela y se siente escuela. Por ello, ofrece nuevas soluciones y recursos para preparar el entorno educativo a los nuevos retos, respetando el valor de cada individuo y desde la conciencia de la escuela como motor de transformación.