Educación Hoy

El actual contexto educativo nos ha llevado durante casi tres años al uso desmesurado de plataformas digitales para convertir nuestros espacios personales en aulas de clase. Éstas han sido situaciones nunca vistas y sin precedente.  

La educación mostró su vulnerabilidad como disciplina, no estaba lista para un cambio tan abrupto que supuso que se podría generar aprendizaje más allá de las aulas del salón de clases y sobre todo más allá del edificio escolar.  

Es una realidad que en el mundo ya se había visto la transformación de los espacios de aprendizaje a contextos digitales. La Universidad es un sistema que lleva varios años trabajando en modalidades virtuales y que ha logrado diversos resultados tanto favorables como con áreas de oportunidad. Sin embargo, es bien sabido que no es lo mismo generar ambientes digitales de aprendizaje para educación superior que para educación básica, y quien más adoleció la situación fue el sector de educación básica.  

Al inicio de la pandemia no se tuvo otra alternativa más que llevar todo a formato digital, todo esto fue lo más parecido a un desastre físico emocional, no sabíamos si lo que hacíamos era educación a distancia o solo la misma clase tradicional, pero a través de una computadora. No sabíamos si duraríamos un mes en esa dinámica o tres años. Todo fue incierto por varios meses, hasta que tuvimos que buscar los medios para salir a flote y no permitir que la educación se detuviera. Transformamos la forma de brindar aprendizaje y los alumnos aprendieron a aprender de otra forma.  

Hicimos de la tecnología nuestra aliada, no había de otra, avanzamos de la mano a su lado y al ritmo acelerado del día a día. Aprendimos lo que nos hubiera llevado 10 años aprender, conocimos herramientas que tal vez nunca lo hubiéramos hecho si no hubiera existido la pandemia. Salimos de la zona de confort, nos sacaron de un día para otro. Dos años después no somos los mismos, estamos recargados y remasterizados en todo nuestro haber, en nuestro perfil personal y profesional sumamos infinidad de aprendizajes.  

¿Por qué hay quienes quieren regresar a las mismas prácticas académicas? He notado que varios centros de trabajo regresaron a lo presencial y con su caja de herramientas llenas de tradicionalismos, es como si el tiempo y el contexto no hubiera hecho nada en su práctica, como si nada de lo aprendido haya sido considerado para subsistir y perdurar a lo largo de nuestras prácticas académicas. Aspecto que no debemos dejar que suceda porque la educación híbrida no apareció como una alternativa al confinamiento, ésta ya existía y estamos olvidando su finalidad.

Como centro escolar y como docentes innovadores, no debemos dejar de lado las posibilidades que el contexto tecnológico nos ha brindado. La gran alternativa cien por ciento adaptable para cualquier nivel educativo es la modalidad b-learning o híbrida, ya que combina los beneficios de una clase presencial o sincrónica con los beneficios que la tecnología y los ambientes virtuales poseen. Ambas al ser cuidadosamente trabajadas favorecen las condiciones y resultados de aprendizaje. Permite el seguimiento y acompañamiento que el docente brinda cara a cara pero con la ventaja de llevar el aprendizaje fuera de las aulas de clase.  

Que la educación salga del aula de clases o del edificio escolar, no demerita su eficacia, al contrario, es una forma de consolidar nuevas formas de aprendizaje donde el estudiante practica y fomenta su autonomía y asume mayor responsabilidad en la gestión de su tiempo y de la forma en que se involucra con su formación. Las prácticas académicas han cambiado y los modelos híbridos deben permanecer como eje para la creación de nuevas y mejoradas experiencias que favorezcan a nuestros futuros profesionistas.

No regreses a un trabajo de corte tradicionalista, la tecnología no solo fue una solución para el confinamiento académico, sino que nos ha permitido aprender de ella y con ella. Los modelos híbridos son los imprescindibles en la educación, haya o no confinamiento debe formar parte de nuestros contextos académicos como recursos para generar experiencias de aprendizaje.

No regresemos a las practicas que no generaban aprendizaje, ayudemos a nuestros estudiantes a aprender mas y mejor.