El cierre del ciclo escolar es uno de los momentos más intensos para los maestros de todos los niveles escolares. Se tienen que hacer evaluaciones finales, entrega de calificaciones, reportes administrativos, revisión de asistencias, organización de actividades de cierre, despedida de grupos, cursos de actualización y un largo etcétera.
Fundación SM es una organización educativa sin ánimo de lucro, y eso marca la diferencia. No nos mueve el beneficio económico, sino una convicción profunda: la educación puede cambiar el destino de una persona y, con ella, el de una comunidad entera.
Cada día trabajamos para que ninguna infancia se quede atrás y para que todas las niñas y niños tengan acceso a una educación de calidad que impulse su desarrollo integral.
Una institución con propósito
Fundación SM es una organización educativa sin ánimo de lucro, y esa condición nos permite actuar con libertad y coherencia. Nuestro motor no es el beneficio económico, sino un propósito claro: contribuir al desarrollo de las personas y las comunidades a través de la educación y la cultura.
“Nuestro propósito no es un lema bonito: es una práctica cotidiana. Cada libro, cada taller, cada beca que entregamos busca abrir una puerta a un futuro más justo.”
Esa convicción se traduce en acciones concretas que promueven la equidad, la innovación y la transformación social. En un mundo que cambia a velocidad vertiginosa, nuestros programas buscan adaptarse a las necesidades reales de las personas y los contextos donde trabajamos
Hoy somos parte de una red internacional con presencia en Brasil, Chile, España, México y Puerto Rico. En cada país, los proyectos toman un color propio, pero todos comparten el mismo espíritu: hacer de la educación una herramienta de justicia y oportunidad.
Proyectos que cambian vidas
En México, Fundación SM impulsa programas que han marcado huella en miles de lectores, docentes y artistas. Los premios El Barco de Vapor y Gran Angular, junto con el Premio Iberoamericano SM de Literatura Infantil y Juvenil e Iberoamérica Ilustra, son ya referentes en el mundo cultural iberoamericano.
Pero la verdadera transformación ocurre cuando esos libros llegan a las manos adecuadas.
“Cuando leí mi primer libro sentí que lo habían escrito para mí”, cuenta Mariana, de 12 años, participante del programa Escribir como Lectores. “Desde entonces, cada vez que leo, siento que entiendo un poco más quién soy.”

A estos esfuerzos se suman iniciativas como Escribir como Lectores y el Encuentro de Promotores de Lectura, donde formamos a mediadores culturales que, con su pasión, contagian el amor por las palabras.
“Yo soy maestra de primaria y nunca me imaginé que un taller cambiaría mi manera de enseñar,” dice Rosalba, promotora de lectura en Oaxaca. “Hoy mis alumnos no solo leen más, sino que se atreven a escribir sus propias historias.”
Cada uno de estos proyectos demuestra que la educación no solo enseña, también une, despierta y transforma.
Mirando hacia adelante
Desde nuestros orígenes, la generosidad ha sido el eje que guía nuestra labor. Por eso, en cada proyecto buscamos que más niños, jóvenes y docentes encuentren en la educación y la cultura las herramientas necesarias para desarrollarse plenamente y contribuir a un mundo más justo.
Como directora de este proyecto, me llena de orgullo ver cómo la Fundación SM continúa creciendo y adaptándose a los nuevos desafíos educativos. El futuro de la educación se construye con empatía y colaboración, y mientras exista una niña o un niño con curiosidad, habrá esperanza.
Porque la educación cambia vidas, y cada vida transformada cambia el mundo.
Por eso seguiremos trabajando con pasión y compromiso para que nuestro propósito: transformar la sociedad a través de la educación y la cultura, siga vivo en cada historia que acompañamos.
Conoce más sobre nuestros programas, premios y proyectos sociales que promueven la lectura, la formación docente y la transformación educativa.
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