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Espacios de expresión emocional: una estrategia simple para el bienestar diario 

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Espacios de expresión emocional: una estrategia simple para el bienestar diario

El cierre del ciclo escolar es uno de los momentos más intensos para los maestros de todos los niveles escolares. Se tienen que hacer evaluaciones finales, entrega de calificaciones, reportes administrativos, revisión de asistencias, organización de actividades de cierre, despedida de grupos, cursos de actualización y un largo etcétera. 

La educación emocional ha tomado un papel significativo en la actualidad como parte fundamental en el desarrollo integral de los alumnos a través de su trayecto formativo. Así, cada vez más se aboga por no solo enfocarse en el dominio de los contenidos académicos, sino también por el cuidado del bienestar psicológico de los alumnos. No obstante, en México, los estudiantes enfrentan diversos contextos como la violencia, la pobreza o la desigualdad social, los cuales sin duda afectan su bienestar psicosocial manifestándose en problemáticas tales como el estrés o la ansiedad (Valdés & Muñoz, 2023), por lo que resulta fundamental ofrecer espacios en las escuelas para un adecuado manejo de sus emociones.  

En ese sentido, la falta de espacios de expresión emocional puede derivar en una serie de consecuencias negativas para el desarrollo educativo de los alumnos, por ejemplo: bajo rendimiento académico, aumento de conductas disruptivas, problemas de socialización, y mayor incidencia de ansiedad o depresión infantil (Pérez, 2021). Ante dichas problemáticas, el integrar espacios donde los niños puedan reconocer, compartir y gestionar sus emociones no solo beneficia su bienestar personal, sino también su aprendizaje y convivencia con sus compañeros, docentes y personal al interior de las escuelas. 

Por lo anterior, a continuación comparto una serie de acciones específicas que pueden guiar el establecimiento de espacios de expresión emocional en las escuelas.  

a) Rincón emocional 


Implementar un pequeño espacio físico, en donde los estudiantes puedan acudir voluntariamente para identificar emociones usando distintos materiales inicialmente diseñados por el profesor y posteriormente elaborados de forma colaborativa. Pueden ser cojines para sentarse o recostarse, música relajante con audífonos, algunas plantas o decoración hecha por los alumnos. 

b) Cuadros de emociones 

 
Es una herramienta visual que ayuda a las personas a identificar, comprender y expresar sus emociones. Consiste en un cuadro en el que se incluyen emociones básicas (p.e. miedo, tristeza), complejas (p.e. envidia, culpa, nostalgia) y se le pide al alumno que identifique la que mejor lo representa en el momento, pueden ser dibujos, imágenes o un termómetro emocional en el que se marque la intensidad de la emoción que se experimenta. 

c) Diario de emociones 

 
Es una herramienta que ayuda a los alumnos a registrar y reflexionar sobre sus emociones y experiencias en el aula. En éste, el alumno puede escribir cómo se sintió en un momento determinado, describir la experiencia que provocó su emoción y las consecuencias que tuvo, identificar si es algo que le pasa constantemente o fue algo del momento. 

Espacios de expresión emocional: una estrategia simple para el bienestar diario

d) Talleres dinámicos 

 
Realizar sesiones semanales breves donde, mediante juegos, teatro, dibujo, música o dramatización, se exploren emociones específicas. Por ejemplo, abordar una situación de la clase que haya provocado una reacción emocional y representarla en una obra de teatro, una galería de arte. Esto facilita que los estudiantes identifiquen emociones complejas en sí mismos y en los demás de forma lúdica y segura. 

De dichas acciones se pueden obtener beneficios concretos que impactarán en el bienestar emocional de los alumnos en la escuela, como por ejemplo:  

  • Reducción de conflictos: Cuando los niños aprenden a expresar lo que sienten, disminuyen las reacciones agresivas, lo cual reduce en un 25 % las incidencias disciplinarias y conflictos verbales de acuerdo con Pérez (2021). 
  • Mejor rendimiento académico: Un estudio de Gómez (2022) encontró que estudiantes con programas de educación emocional mejoraron en promedio 15 puntos porcentuales en comprensión lectora y matemáticas. 
  • Mayor desarrollo de habilidades socioemocionales: Expresarse y escuchar al otro permite desarrollar empatía, autorregulación, conciencia emocional y habilidades de colaboración (Salinas & Torres, 2020). 

Bajo esta lógica resulta fundamental atender algunas recomendaciones para un adecuado manejo de dichos espacios de expresión, por ejemplo: comiencen con rutinas breves de integración al empezar la clase, pueden usarse emojis o stickers que los alumnos entiendan para nombrar de forma sencilla sus emociones, preserva la confianza mediante la participación voluntaria, pero también ofrece opciones para quienes no quieren hacerlo en el momento, pide a la escuela que te capacite para la escucha activa o manejo emocional con los alumnos, comparte la estrategia con los padres de familia para que puedan dar seguimiento en casa, evalúa la forma en que se está llevando a cabo la actividad y realiza los ajustes necesarios 

En resumen, propiciar en las aulas espacios de expresión emocional no es solo algo que está de moda, sino una necesidad en un contexto donde los niños enfrentan múltiples presiones en el plano socioafectivo y escolar. Al compartir actividades sencillas como rincones, cuadros y diarios emocionales, no solo fortalecemos la capacidad de los alumnos para reconocer y comunicar sus emociones, también facilitamos que desarrollen su capacidad para aprender en ambientes de sana convivencia. 

Una escuela que no atiende lo socioemocional en sus estudiantes, genera una barrera que más adelante puede afectar su desempeño, la forma de relacionarse y el manejo de los conflictos. En cambio, una que escucha, comparte estrategias y las hace parte del día a día, los prepara para enfrentar con mayor fortaleza las demandas de un futuro cambiante y necesitado de un contacto más humano. 

Espacios de expresión emocional: una estrategia simple para el bienestar diario

Referencias 

  • CGómez, A. (2022). Impacto de la educación emocional en el rendimiento académico en escuelas primarias de Ciudad de México. Universidad Pedagógica Nacional. 
  • Pérez, L. (2021). Conducta y bienestar emocional en educación básica: efectos de la falta de expresión emocional. Revista Mexicana de Psicología Educativa, 9(2), 45–61. 
  • Salinas, R., & Torres, J. (2020). Habilidades socioemocionales para el siglo XXI: un enfoque desde el aula. Editorial Educación y Desarrollo. 
  • Valdés, M., & Muñoz, S. (2023). Contexto socioemocional y educación básica en México: retos postpandemia. Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación. 

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