El pasado miércoles 18 de noviembre tuvo lugar el segundo encuentro virtual en el marco del programa Conversaciones sobre Educación para una Ciudadanía global con sentido de la Fundación SM.
En este encuentro se conversó sobre lo que se entiendee por la ética del cuidado, cómo puede llevarse al aula, cómo se puede cuidar en la escuela y cómo poder vincular este concepto con el de ciudadanía global.
La ética del cuidado ha adquirido una enorme actualidad, pues vivimos circunstancias especiales con la pandemia que nos han ayudado a descubrir la importancia de los cuidados esenciales. Nos está cuestionando muy internamente y muy intensamente ya que sin cuidados la vida sería inviable desde el momento mismo de nacer. Por eso reconocemos la tarea fundamental de nuestros padres y, muy especialmente, en este tiempo marcado por un virus letal, la del personal sanitario y la de quien cuida de nuestros mayores en las residencias y casas particulares de nuestros enfermos. También la de los profesores, que tanto debemos socialmente, que cuidan y tratan de cuidarse, que abren a sus alumnos al cuidado de la vida sostenible y del planeta habitable.
¿Qué es la ética del cuidado?
El filósofo y matemático colombiano Bernardo Toro remarca la necesidad de un cambio de paradigma educativo a través de la ética del cuidado. El paradigma del éxito, poder, ganar, acumular, ser importante… ha sido el adoptado durante varios siglos, y ha orientado gran parte de nuestras decisiones personales, familiares, sociales... de los países y de las regiones. Dicho paradigma nos pone en peligro como especie humana y pone en peligro el planeta que habitamos; al mismo tiempo, cualquier persona puede comunicarse con cualquier otra, ya que las comunicaciones de cuarta generación posibilitan encontrarnos y reconocernos como especie. Esta es la paradoja. Por un lado podemos desaparecer, y, por otro, llegar a una estado superior de humanización.
¿Cómo resolvemos esta paradoja? Con el nuevo paradigma del cuidado que implica una nueva ética: la ética del cuidado.
La ética del cuidado tiene tres aprendizajes importantes: saber cuidar, saber hacer transacciones ganar-ganar y saber conversar.
¿Cómo se está poniendo en práctica la ética del cuidado en el aula?
Dori Montejo nos cuenta el proyecto desarrollado en el Colegio Montpellier de Madrid. Trabajan con los alumnos desde el autocuidado, ya que no es posible salir al otro sin antes haber entrado en uno mismo para llegar al cuidado del otro, y, en tercer lugar, al cuidado del planeta, de la madre tierra, de la “casa común”.
A este planteamiento subyace una visión antropológica del alumno y de la persona, definida en cinco dimensiones que hay trabajar con los alumnos:
- Corporal: para cohesionar cuerpo y alma para que formen parte de un todo.
- Intelectual: no solo curricular, si no relacionada con el mundo de las ideas y pensamientos que van a ayudar al alumno a formarse una imagen del mundo y de la sociedad.
- Emocional: es necesario educar en las emociones.
- Social: nuestra vida se desarrolla en relación a los demás, por lo que debemos aprender a controlar, gestionar y trabajar las relaciones.
- Espiritual: como un concepto más global que no solo confesional.
Cuidar en el aula
Irene Comins nos recuerda la histórica atribución a la mujer del rol del cuidar . La socialización y la praxis del cuidado habría hecho que las mujeres desarrollen valores como la paciencia, la empatía, la responsabilidad, la escucha o la ternura entre otros; todos ellos valores necesarios para cuidar.
Desde los estudios para la paz, Irene señala que estos mismos valores son necesarios para la educación para la paz. Una cultura de paz es una cultura del cuidar, lo que hace imprescindible “desgenerizar” el cuidado, quitar la carga de género, y convertirlo en un valor humano generalizado.
En ello tiene un papel fundamental la educación desde el colegio. Debemos incluir en el currículo los valores y hábitos del cuidar, de dos formas: como fin y como medio.
- Cuidado como fin, como objetivo; que se enseñe el autocuidado, el cuidado de los otros y el cuidado de nuestro hábitat natural.
- Cuidado como un medio, como metodología, en la que la atención y el cuidado del alumnado y del clima aula sean fundamentales. No hay aprendizajes significativos sin una relación significativa, sin un clima de cuidado y confianza en el aula. Crear una comunidad del cuidado en un proceso constante de implicar, religar y reunir a los estudiantes.
En conclusión, “enseñar a cuidar a través de una enseñanza cuidadora”. Poner el cuidado en el centro de la educación nos permitirá transitar desde una pedagogía memorística a una pedagogía del cuidado, transformadora y comprometida.
¿Cómo podemos cuidar en la escuela?
Consuelo Santamaría refuerza la idea del concepto holístico de la persona, que mencionó Dori Montejo, afirmando quie hay que cuidar todas las dimensiones del niño y del adulto porque, si no, se produce un desequilibrio, y la persona "se cae".
Los profesores se enfrentan a grandes dificultades: deficiencias cognitivas, sensoriales, motóricas, niños desfavorecidos, niños con altas discapacidades, problemas de aprendizaje, marginación, acoso escolar… y sintiéndose desbordado y no sabiendo cómo cuidar.
Es positivo plantear una reflexión sobre cómo cuidar en la escuela, ya que hay mucho por hacer, concluye Consuelo.
¿Cómo vincular la ética del cuidado con la ciudadanía global?
La ciudadanía global surge en medio de una gran crisis económica y política, así como del cambio climático y la pandemia del coronavirus. Por eso hablamos de ciudadanía ecosocial. En este contexto la ética del cuidado cobra una especial relevancia.
En este marco se vincula la ética de la justicia y la ética del cuidado, tradicionalmente separadas, y se hace hincapié en las competencias llamadas blandas, no exclusivas del ámbito privado ni de la pareja, como la empatía, el cuidado de la palabra, el saber escuchar, agradecer, pedir perdón…
Los movimientos ecologistas se han hecho eco de la ética del cuidado desde la declaración internacional de la Carta de la Tierra, que nos muestra que el hilo conductor para los grandes problemas de la humanidad es el cuidado, tanto para el medioambiente como para la desigualdad. El movimiento feminista ha hablado mucho de la ética del cuidado, haciendo una crítica al sistema educativo que todavía es muy androcéntrico.
El proceso de cuidarnos entre nosotros y cuidar al planeta, no solo en términos de derechos sino también de responsabilidad, nos lleva a una ciudadanía participativa, una ciudadanía que se involucra, que puede ser agente de cambio.
Conversaciones sobre educación para una Ciudadanía global con sentido
Este segundo encuentro forma parte del programa Conversaciones sobre educación para una Ciudadanía global con sentido. Un conjunto de talleres de reflexión para construir juntos una educación más global, que implica un cambio de mirada, de paradigma del cuidado como desafío educativo. Tenemos que trabajar todas las dimensiones de la persona desde el aula. Debemos desgenerizar y generalizar el cuidado como valor humano, ya que somos seres interdepedientes y ecodependientes.
Sigamos pensando juntos la educación del futuro
Comentarios
Cordial saludo, me gustaría
Hola, Debbie. Todo lo que
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