Una estupenda manera de incitar a la lectura y promover el amor por los libros entre niños y jóvenes es formar un club o taller de lectura en el centro escolar.
De esta forma entran en contacto con la literatura de una forma más distendida, conocen autores y géneros nuevos en profundidad, desarrollan un espíritu crítico, además de cultivar la imaginación, socializar, hablar en público, perfeccionar la expresión oral y escrita, ampliar vocabulario…
Como vemos, los beneficios de una actividad de este tipo son numerosos y no resulta tan complicado ponerse manos a la obra.
A continuación encontrarás varias ideas útiles para montar un club de lectura.
¿Qué es un club de lectura?
Es una reunión en la que los asistentes han leído previamente, de manera individual, el mismo libro o parte de él, y su puesta en común en grupo un día determinado.
En las reuniones se charla sobre el argumento, el estilo del autor, los personajes, su relación con otras obras, etc., aunque especialmente se comparten la opinión y las dudas de cada lector, además de las experiencias personales de cada cual. Así, los distintos puntos de vista de cada uno enriquecen las impresiones que han tenido durante la lectura en privado.
En el caso de un club de lectura infantil, a partir de 6 o 7 años de edad en adelante, la dinámica puede variar ligeramente para adaptarla y entretener al público más joven mediante juegos, dibujos, proyecciones de vídeo, audio, etc.
¿Qué se necesita para crear un club de lectura?
Para empezar, un lugar en el que reunirse. Un aula multiusos, la biblioteca escolar, una librería… El sitio debe contar con sillas y una mesa en torno a la que sentarse (si es redonda u ovalada mucho mejor para facilitar la comunicación entre todos; otra opción es colocar las sillas en círculo), como mobiliario imprescindible.
Lo siguiente que necesitaremos serán los lotes de libros. Pueden conseguirse a través del préstamo de bibliotecas, intercambio con otros clubes de lectura o, en último término, mediante la compra de un ejemplar para cada miembro.
Por último, es necesaria la presencia de un coordinador responsable y, obviamente, los participantes.
¿Cuántas personas por grupo?
Un club dirigido a niños y jóvenes necesita un cuidado más personalizado que uno para adultos. Una buena cifra de integrantes del grupo rondaría entre 6 y 15. Los más pequeños se aburren con mayor facilidad, por lo que un número muy reducido sería tan contraproducente como un grupo demasiado amplio. No obstante, se puede llegar hasta 20, aunque es aconsejable no superar dicha cantidad por la dificultad de moderar el coloquio o conseguir los libros.
¿Cuándo y cada cuánto?
Al ser una actividad complementaria, el club de lectura funcionará con toda probabilidad fuera del horario lectivo.
Lo ideal sería reunirse una vez por semana aunque existen clubes que lo hacen quincenalmente e incluso mensualmente. Todo depende del tipo de textos que se escojan o de lo que decidan los organizadores y participantes en consenso.
La duración de cada sesión puede oscilar entre una hora u hora y media.
El papel del coordinador
Todo club de lectura necesita una persona encargada de organizar la actividad, planificar el programa, tener a mano el material necesario, informar a los miembros del grupo de los cambios que surjan, acondicionar el lugar de reunión, preparar la información sobre los autores y títulos entre los que se vayan a escoger, controlar el préstamo y devolución de libros, moderar las sesiones, estimular la intervención de los miembros del club, organizar actividades complementarias…
Hay clubes donde esta figura va rotando entre varias personas (personal docente, padre o madre, bibliotecario, etc.). Es preferible que quien vaya a coordinar sea un buen lector, alguien con iniciativa y buena mano a la hora de motivar, orientar la conversación, así como dar premisas e ideas.
¿Cómo se desarrollan las sesiones?
El primer día se dedicará a que los miembros del grupo se conozcan, pongan en común sus gustos y expectativas con respecto a la actividad. Es también el momento adecuado para que el coordinador explique en qué va a consistir la experiencia. Se escogerá una lectura para empezar y se marcará la próxima cita. Según sea la extensión del libro elegido, se decidirá si para entonces el libro debe leerse entero o bien seleccionar un número de páginas determinado para comentar.
Lo ideal de un club de lectura es mezclar aprendizaje con entretenimiento, debate y socialización. Es aconsejable empezar presentando al autor y la obra antes de profundizar en esta, por ello se debe invitar a los participantes a buscar información previa sobre ambos. También se puede comenzar aludiendo a alguna crítica o reseña o con una entrevista al autor. A continuación, algunos ejemplos de temas a tratar podrían ser:
- El género al que pertenece la obra.
- La época en la que se desarrolla la acción.
- El estilo y la estructura de la obra.
- El narrador y punto de vista.
- El espacio donde tiene lugar.
- Las características y reacciones de los personajes.
- Comparar las situaciones del libro con otras obras leídas anteriormente o con experiencias personales.
- Los giros de la trama.
- La dificultad o simplicidad de la obra.
- El tiempo narrativo.
- La credibilidad de la obra.
Actividades complementarias
Para no caer en la rutina y el aburrimiento, hay otras opciones para amenizar un club de lectura:
- Anotar en un cuaderno un pasaje favorito para leerlo en voz alta y compartirlo con los demás.
- Ver una película o documental relacionado con el título que se ha leído o su autor.
- Acudir a una representación teatral o a un espectáculo de títeres.
- Organizar un encuentro con un escritor o ilustrador.
- Trazar un itinerario literario de una ciudad o comarca siguiendo los pasos de una obra.
- Realizar una excursión a dichos lugares.
- Visitar un museo.
- Organizar un concurso de relatos o dibujos inspirados en la lectura entre los miembros del club.
- Unir música y literatura.
- Acudir a la presentación de un libro, a una feria, a una conferencia…
Cómo elegir los títulos
Depende de la edad de los participantes en el club. Cuentos, adivinanzas, y obras sencillas para los más pequeños; obras de literatura juvenil, poesía, etc., siempre cuidando la calidad y el gusto de los participantes.
Además, no hay que olvidar fechas especiales como efemérides de autores, festivos especiales (Día del Padre o de la Madre, Día Mundial de la Tierra, Halloween, San Valentín, Navidad, etc.), premios literarios, aniversarios de obras… También se pueden programar las lecturas de un mes o de un trimestre por temáticas o géneros (clásicos, misterio, realismo, ciencia-ficción, terror, romántica, etc.).
Si necesitas ayuda para elegir un título, consulta a los asesores de SM o consulta las propuestas de planes lectores.