Sucedió una luna llena,
luna de noche serena.
El primero que lo vio
fue mi perro, Rococó.
«¡Calla, no ladres! ¡Tranquilo!»,
dije en mi elegante estilo.
Pero él siguió su concierto
de ladridos hacia el huerto.
Entonces, una ancianita ...
¡Os presento al detective más sagaz de cuantos viven! ¡A un sujeto más astuto que un profesor de instituto! ¡A un ser que, de puro sabio, tiene un granito en el labio! ¡Al hombre que descubría el secreto que tenía la persona que pasara, con solo...