Búsqueda

  • Catálogo

< Atrás

La corrupción no se perdona

Bernardo Pérez Andreo
Ver más Ver menos

La corrupción en sí no se perdona, porque es un pecado estructural y está ligado a un sistema injusto, que la Biblia llama satánico, identificándolo con las «bestias», a las que Ap 13 manda sin más al infierno. Ciertamente pueden ser perdonadas las personas corruptas; cuando cambian de mente y de conducta (que eso significa conversión, es decir, meta-noia), como anuncia Mc 1,14-15, pero nunca la corrupción en sí, porque es intrínsecamente mala. Hay pecados personales de corrupción que pueden y deben denunciarse con nombre y apellido, pero la corrupción en sí, como estructura demoníaca, ha de ser superada y destruida sin posibilidad de perdón, como ha denunciado la Biblia en su conjunto y, de un modo especial, el mismo Jesús.

  • Número de páginas: 
    160
  • ISBN: 
    9788428830782
  • ID Interno: 
    178940
  • Formato: 
    Físico
  • Encuadernación: 
    Rústica
Ver más
Top